
Recuerdos de tinta...
Recuerdos de tinta...
Hace ya un tiempo que en su vida apareció una persona que le mostró un camino que ni si quiera ella misma sería consciente de su inmensa complejidad en el proceso... fue cauta y lo dejó a su total libertad de elección... Advirtió de su adversidad, su experiencia ya denotaba saber de lo que hablaba y el por que de esa dificultad..."Leona de morro blanco" se hizo llamar...seguramente ese camino formara parte de su memoria por las infinitas veces que lo habría recorrido...
No hizo falta leer entre líneas, ni si quiera pensarlo, pese a comentarlo y consensuarlo a democráticamente deliberarlo, por miedo al silencio de decidir sin compartir. Era el momento...y sabiendo que podía, cogió esa mano que se le tendía.... no se arrepentía y pese al resultado de sus decisiones, volvería a seguir esas mismas instrucciones...
Las dudas fueron constantes, los inputs de su entorno incesantes, y ella solo oía el mismo mensaje en bucle... " tu verás si te compensa, la prioridad deben ser tus hijos"... automáticamente le venía la respuesta perfecta...
¿Comparado con quién y para quién? Que osada es la ignorancia... si lo comparamos con las madres que se quedaban en la cueva, vigilar del fuego y sus hijos era su máxima prioridad... tampoco es que hubiera mucho donde elegir y efectivamente se hacía difícil que pudieran salir a cazar y mucho menos a deleitarse, relejarse o por su familia desarrollarse y progresar.
¡voilà! ya tenemos en el ideario colectivo la semilla del mal engendrada... La mujer vista como una cuidadora eterna. Pasando de cuidar de sus hijos a sus padres a sus nietos en el caso de tenerlos...quieren que seas normal y que no te salgas de la norma general. De lo contrario empiezas a ser un problema que no agrada, una incomodidad cuando expresas tu disconformidad.
Somos mucho más que eso, y les debemos más a nuestros hijos si queremos que esta sociedad enfermiza y prisionera de los arquetipos casposos evolucione hacia la verdadera igualdad, empezando por cambiar estos mensajes de reproche constante, y arrastre milenario. Cada madre ejerce a su manera, ni mejor ni peor... hay mujeres cuya existencia se basa en sus hijos y otras en cambio, su existencia se basa en simplemente coexistir...luego vendría la segunda parte, los que nos tachan de " SuperWoman" por nadar en todas las aguas, al margen de las corrientes, siervas de la tradición y la sedición de nuestra Punky y rebelde interior. Las piezas del puzzle se habían esparcido, sería el momento de tener paciencia y empezar a encajarlas...precisamente la paciencia de pararse a ir colocando cada pequeña pieza en su espacio, estudiarla y observarla, no era algo que la apasionara... todo lo contrario... de ahí que siempre fuera rauda y resolutiva aun viendo que no era la adecuada, su terquedad no iba a ser una salvedad... golpe sobre la mesa y fragmento acoplado... el tema no era tomarse su tiempo a analizar, pues de la intuición de su sensación hizo su radar, la cuestión era el no poder asimilar, que podría fracasar.
Se nos ha puesto en el paredón, se nos ha hecho creer que estamos en igualdad de condiciones cuando la presión es superior... no hay que confundir la paridad social con la realidad del rasero moral. Manidos apelativos que me repelen, tales como "locas", "histéricas", "resentidas", "despechadas", "maquiavélicas", "caprichosas", "manipuladoras", "bipolares", " dramáticas", "mal criadas", "egocéntricas"... y podría seguir la lista de típicos tópicos de mediocridad nauseabunda. No soy una "feminazi" como bautizaron algunos...o me han" lavado el cerebro y nublado el juicio"... si no se entiende y saca de quicio, la predisposición a liberar una mente obtusa sin resquicio ya no supondrá mi desperdicio.
Tengo un hijo al que adoro, y hasta me atrevería hoy por hoy a decir que es mucho más emocional, y amoroso que mi hija y una sensibilidad que exterioriza sin pudor, la inocencia y esencia en todo su fervor...la mayoría de mis amistades son hombres... y gran parte de mi infancia y crianza la pasé sola con un hombre tratando de hacer de madre, un error por su parte, no debía hacer, sencillamente ser... abogo por la igualdad y proclamo la diferenciación, únicos y diferentes, genéticamente distintos... desde lo físico a lo emocional totalmente dispares...una gran y maravillosa divergencia, óptima para la supervivencia. Da igual ser hombre, mujer, cosa o nada... lo verdaderamente esencial, saber apreciar lo especial.
Hombres que dicen ser liberales y acaban siendo el producto de sus madres, aquellas que por voluntad propia sacrificaron su tiempo en exclusividad por y para sus hijos y cuando su función de cuidadora había finalizado, dejando de ser necesaria, al hacerse adulto el niño, hicieron de la intromisión y el control su modo de vida, pues no conocían otra cosa... transfiriendo sus obsesiones, participando de todas las situaciones, enmascarando la manipulación y la influencia de su autocracia bajo el disfraz de la " gran madre".
Mis esfuerzos, las horas de trabajo invertidas en algo que disfruto, que crezco y donde me desarrollo por igual que los demás, seas hombre o mujer. Estar en continuo movimiento, viviendo el momento, siendo parte del proceso, inculcarles a mis hijos que podrán ser y hacer lo que se propongan, que nada debería limitarlos y mucho menos por una cuestión de género o el arraigo de unas creencias limitantes de las que ni siquiera llegamos a detectar tras milenios de judeocristianismo afincado, que borbotea en nuestra sangre de forma sutil e imperceptible, transmitido de generación en generación y asumido con total y absoluta devoción.
Un soplo de aire fresco, oxigenando un corazón que por inercia latía, hizo de las ganas su perseverante y nueva inspiración. Sentir de nuevo aquella fuerza que había quedado relegada y olvidada, en otros ámbitos enfocada y encarrilada, una energía de nuevo reencontrada, basada en su espiritualidad, en lo más profundo de su existencia e individualidad... posteriormente vendría el capítulo de la culpabilidad al verse enfrentada entre la polaridad de tener que escoger entre su profesionalidad y sentido de la responsabilidad, con la praxis de una mal entendida " maternidad".
Curiosa por naturaleza, arriesgada, últimamente algo desgastada por verse repitiendo un patrón que la asfixiaba, se dio la vuelta, pasando a ser el reverso adverso que no gustaba, demasiado tarde para volver... no lo podía obviar, había recordado de donde emanaba su inagotable fuente de poder, y por sus hijos demostraría que lo esencial es invisible a los ojos, que su amor para con ellos es tan infinitamente indescriptible que solo les deseo la libertad de poder ser, criterio y que no sucumban a la charlatanería del rebaño. Imperfecta, fracaso y reanudo la marcha, mes es indiferente la etiqueta que se me coloque, si trabajo en exceso o asumo demasiado, eso ya es cosa del pasado... la purga ya se ha iniciado y los que no han me han respetado, confiado o amado, buena suerte... decido estar conmigo y ser mi más fiel aliado, bailar con lobos a estar entre hienas carroñeras de horas bajas...
No mentiré, siento predilección por las alturas, las montañas escarpadas, los terrenos abruptos y las cimas escaladas... siento adicción por la paz que se respira una vez tus metas han sido conquistadas, y esa es mi misión y labor como madre... transmitir a mis hijos la pasión de hacer las cosas desde el corazón, prestar atención a la razón aunque lo que nunca falla es la intuición... y si por lo que sea, reciben golpes o grandes decepciones de quién menos esperaban, no importa....Su dolor les reforzará y ante la vida no se acobardarán...Hasta las fachadas más solidas se quiebran y surgen grietas...solo los valientes reconocen sus fallos...desengaños vitales para renacer y verdaderamente crecer.. que tragedia que aquellos que por costumbre estuvieron, ya no se sostuvieron.
Mala madre, mala hierba... mala oyente y desobediente, la nobleza su destreza, reconoció la belleza en la tristeza , creando su castillo y fortaleza.
Por el final de una agridulce historia, con perdón sin olvido. LA- (ᚢ) ᛏ ᛟ